En una contundente alocución, el presidente Gustavo Petro respondió a las críticas de la administración de Donald Trump sobre la política antinarcóticos de Colombia, calificándolas de “mentiras” e “injusticia”. El mandatario defendió su estrategia basada en la incautación a gran escala y la erradicación voluntaria, presentando cifras que, según él, demuestran el éxito de su enfoque frente al fracaso de las políticas de erradicación forzada promovidas por Estados Unidos.
El presidente Petro no solo refutó los argumentos de Washington con datos, sino que también acusó a Trump de basar sus críticas en una “alianza ideológica de extrema derecha” con “políticos colombianos de Miami muy ricos” cercanos a las mafias. Petro instó a Trump a “tener mucho cuidado” y se ofreció a mostrarle investigaciones que él mismo realizó, que fueron materia de procesos judiciales contra narcotraficantes.
El fracaso de la guerra contra las drogas
Petro argumentó que la política de drogas de Estados Unidos ha sido un “fracaso” de 50 años. El presidente señaló que mientras Colombia ha derramado sangre, EE. UU. ha visto un aumento en el consumo de drogas, especialmente con la crisis del fentanilo, que causa más de 100,000 muertes al año. En contraste, Petro afirmó que “la guerra permite la expansión del narcotráfico”, mientras que la paz permite su disminución.
Un giro en la estrategia: de la fumigación a la incautación
Uno de los puntos centrales de la defensa del presidente fue la presentación de cifras históricas. Petro afirmó que su gobierno ha logrado una incautación récord de 889 toneladas de cocaína en 2024, casi cuatro veces más que los gobiernos anteriores. Atribuyó este éxito a una “orden tajante” a las fuerzas armadas para incautar todo lo que se atraviese, demostrando que la lucha no debe ser contra los campesinos, sino contra los narcotraficantes.
El presidente criticó duramente las políticas de erradicación forzada, que según él, no han funcionado. Recordó que a pesar de que en 2020 se erradicaron 130,000 hectáreas con el método de fumigación forzada, al año siguiente los cultivos de cocaína aumentaron un 43%. . En contraste, la política de erradicación voluntaria de su gobierno ha logrado reducir el crecimiento de los cultivos a un 9% en 2023 y un 3% en 2024.
Menos muertos, más cooperación
Petro también destacó el costo humano de la erradicación forzada, mencionando que causó más de 120 policías muertos entre 2011 y 2022. Su gobierno, con el enfoque en la erradicación voluntaria, ha logrado reducir este número a cero.
En cuanto a la cooperación con EE. UU., el mandatario reveló que ha extraditado a 400 de los 403 extraditables, y los tres restantes se encuentran en procesos de paz. Petro defendió esta decisión, argumentando que la ley colombiana le permite privilegiar la paz.
Un llamado a la inteligencia y a la soberanía
El presidente finalizó su intervención con una invitación al diálogo, pero con una advertencia. “No me amenace”, dijo, y continuó: “vengan aquí a hablar con inteligencia y los recibimos, hablamos de tú a tú y con cifras reales y no con mentiras”. Subrayó la soberanía de Colombia y aseguró que su gobierno no entregará “ni un centímetro cuadrado” del territorio.
Petro propuso un cambio de enfoque en la lucha contra las drogas a nivel global: en lugar de perseguir a los campesinos, sugirió enfocar la guerra en los “verdaderos narcotraficantes”, quienes, según él, viven cerca de los lugares donde vive Trump y financian empresas y bancos en Europa y Estados Unidos. Su mensaje fue claro: la lucha contra las drogas debe medirse en la “prosperidad de las familias campesinas” y no en el número de muertos.