En un paso trascendental para la minería colombiana, el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, firmó un memorando de entendimiento que sella el compromiso del Gobierno con la formalización minera con un enfoque social y ambiental. Este acuerdo, alcanzado el 16 de julio de 2025 en el marco del Día Nacional del Minero y la conmemoración de los 500 años de Marmato, marca un hito en la historia de uno de los territorios con mayor tradición minera del país.
Este memorando, impulsado por el mandato del presidente Gustavo Petro de llevar el Estado a los territorios históricamente olvidados, busca consolidar una “Minería para la Vida”, garantizando la presencia estatal efectiva, la legalidad, la protección de los derechos laborales y la sostenibilidad ambiental.
Un Gobierno al lado del pueblo minero
La firma de este documento representa una nueva etapa para miles de familias que, durante décadas, han ejercido la minería en condiciones de informalidad o exclusión. “Por primera vez, un Gobierno popular está al lado del pueblo minero”, declaró el ministro Palma, enfatizando que el acuerdo es un reflejo de la voluntad de garantizar condiciones justas para los trabajadores del subsuelo.
El memorando fue suscrito con el respaldo de la Agencia Nacional de Minería (ANM), autoridades locales, organizaciones sociales y comunitarias, y representantes del sector privado, quienes se comprometieron a avanzar conjuntamente en una ruta de dignificación laboral, fortalecimiento institucional y sostenibilidad.
Minería con derechos, seguridad y dignidad
El acuerdo de Marmato establece mecanismos de articulación institucional para asegurar que el proceso de formalización minera se realice con respeto a la vida, cumplimiento de la ley y responsabilidad ambiental. “Este memorando que hoy estamos firmando, que es el inicio y que es la ruta hacia una minería formal, justa y digna para los y las trabajadoras, es lo que necesita este país”, afirmó el ministro Palma.

Sin embargo, el alto funcionario advirtió que este camino requiere del compromiso colectivo del pueblo minero. “Esta ruta que estamos trazando hoy no se va a poder materializar si el pueblo no está organizado, porque la política no es más sino también el arte de transformar la vida de la comunidad”, añadió. Esto resalta la importancia del empoderamiento de las organizaciones de base, las cooperativas mineras, los gobiernos locales y todos los actores involucrados. El objetivo es avanzar hacia un modelo de minería que proteja la salud y seguridad de los trabajadores, reconozca sus derechos y fomente un desarrollo económico incluyente y responsable.
Marmato 500: Una Nueva Página en la Historia
La firma del memorando coincide con la conmemoración de los 500 años de Marmato, uno de los territorios mineros más antiguos de América Latina. Este contexto histórico reafirma la importancia de reconocer, proteger y transformar el legado de las comunidades mineras en clave de derechos.
“Honramos el pasado minero de Marmato, pero también abrimos la puerta a un nuevo modelo, donde la vida y la legalidad van de la mano”, señaló el ministro Palma. Este acuerdo no solo tiene un impacto local, sino que marca el inicio de un proceso nacional para replicar este modelo en otros departamentos y territorios donde la minería ha sido durante años sinónimo de exclusión, riesgo y estigmatización.
Con esta hoja de ruta, el Gobierno del presidente Gustavo Petro reafirma su apuesta por una minería digna, donde el Estado deja de ser un actor ausente y se convierte en garante del bienestar, la seguridad y los derechos de quienes han sostenido históricamente esta actividad económica.