El panorama judicial en torno al expresidente Álvaro Uribe Vélez se ha vuelto más denso tras la condena, en primera instancia, de su exabogado, Diego Cadena Ramírez, a siete años (84 meses) de prisión domiciliaria por el delito de soborno en actuación penal. La decisión, emitida por el Juzgado Tercero Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá, no solo impone una pena al jurista, sino que también refuerza la base probatoria que llevó a la histórica condena del propio Uribe.
La condena al “Abogánster”
El juez Fabián Moreno determinó que Cadena, apodado como el “abogánster,” incurrió en el delito al intentar manipular al exparamilitar Juan Guillermo Monsalve Pineda, el testigo central del caso. La sentencia establece que Cadena, actuando como emisario de Uribe, visitó a Monsalve en la cárcel La Picota y le ofreció beneficios jurídicos, como la revisión de su condena y trámites para su incorporación a la JEP, a cambio de que se retractara de sus declaraciones que vinculaban a los hermanos Uribe Vélez con estructuras paramilitares en Antioquia.
Además de la prisión domiciliaria, Cadena deberá pagar una multa de 375 salarios mínimos legales mensuales vigentes y fue inhabilitado para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo periodo de tiempo.
Vínculo indisoluble con el caso Uribe
El punto de mayor resonancia política e histórica del fallo es su conexión directa con el proceso que involucra al expresidente Álvaro Uribe Vélez.
- Refuerzo Probatorio: La condena de Cadena confirma judicialmente que su abogado más cercano en el caso incurrió en el soborno en actuación penal utilizando precisamente a Juan Guillermo Monsalve, el mismo testigo clave en el expediente de Uribe.
- Doble Condena en Primera Instancia: Este fallo se suma a la condena, también en primera instancia y en apelación, que recibió el expresidente Uribe en julio de 2025 a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de soborno a testigos y fraude procesal. El juez Moreno incluso señaló que Cadena realizaba gestiones en favor de los intereses judiciales de Uribe, quien fue hallado responsable de instigar la comisión de esos delitos.
“Aunque los procesos son independientes, ambos expedientes se entrelazan en los hechos, las estrategias y los actores,” subraya el análisis de los hechos, marcando un precedente: ambos están hoy condenados en primera instancia por el mismo hecho.
Absolución parcial y apelaciones cruzadas
El fallo, sin embargo, tuvo una absolución parcial que ha generado recursos.
- Duda Razonable por Alias “Víctor”: El juez determinó que existía duda razonable para la imputación de soborno en actuación penal y fraude procesal en el episodio relacionado con el exparamilitar Carlos Enrique Vélez, alias “Víctor”. Aunque se probó que Cadena entregó dinero a Vélez, el juez consideró que no estaba claro que los pagos fueran la contraprestación directa para que mintiera, por lo que Cadena fue absuelto de esos cargos.
- Recursos de Apelación: La decisión será revisada en segunda instancia por el Tribunal Superior de Bogotá. La defensa de Cadena anunció que apelará el fallo condenatorio, manteniendo la inocencia del jurista. Por su parte, la bancada de víctimas, la Fiscalía y el Ministerio Público también interpusieron recursos de apelación, buscando que se revoque la absolución por la “duda razonable” en el caso de Carlos Enrique Vélez y que se condene a Cadena y a Juan José Salazar como coautores por esos cargos.
La dimensión política del caso Cepeda
El origen del caso, que conecta la disputa entre el expresidente Uribe y el senador Iván Cepeda, añade una capa política e histórica al debate. La investigación contra Uribe y su entorno surgió a raíz de una denuncia que él mismo interpuso contra Cepeda por supuesta manipulación de testigos. La Corte Suprema archivó la denuncia y, en cambio, abrió una investigación contra Uribe al encontrar indicios de que su entorno buscó inducir retractaciones con ofrecimientos.
El senador Cepeda, víctima en el proceso y ahora precandidato presidencial para 2026, ve en las condenas una conexión con las “sombras del paramilitarismo” que han marcado la biografía pública de Uribe, incluyendo los señalamientos sobre vínculos con estructuras armadas ilegales en Antioquia.
El camino judicial de Cadena, quien ya acumulaba sanciones disciplinarias previas por su ejercicio profesional, continuará ahora en el Tribunal Superior. Lo que resuelva la segunda instancia sobre este expediente y el de Uribe no solo definirá la situación jurídica de los procesados, sino que marcará el debate político y el esclarecimiento de la verdad en Colombia.