El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) confirmó que la inflación anual en Colombia continuó su tendencia a la baja, situándose en 4,9% durante julio de 2025, frente al 6,86% registrado en el mismo mes de 2024. Este descenso refleja una estabilización económica y alivio para los hogares, aunque con disparidades regionales y sectoriales significativas.
Principales factores detrás de la variación
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un aumento mensual de 0,28%, impulsado principalmente por tres sectores:
- Alimentos y bebidas no alcohólicas (+0,82% mensual): Productos como el tomate de árbol (+19,51%), la zanahoria (+19,38%) y la cebolla (+10,50%) encabezaron los incrementos. En contraste, la papa cayó un récord de -6,82% mensual y -4,63% anual, ofreciendo un respiro a los consumidores.
- Salud (+0,39% mensual): Subieron los precios de medicamentos (+0,59%) y exámenes de laboratorio (+0,55%), mientras que servicios no hospitalarios (-0,69%) y odontológicos (-0,15%) bajaron.
- Restaurantes y hoteles (+0,35% mensual): Las comidas fuera del hogar, como almuerzos y snacks, explicaron gran parte de este alza.
En términos anuales, restaurantes y hoteles lideraron con un incremento de 7,59%, seguido de Educación (+7,56%) y Salud y Transporte (+5,36% cada uno).
Variaciones regionales: ciudades con aumentos y caídas
El informe destacó diferencias marcadas entre las ciudades:
- Pereira (5,98%), Bucaramanga (5,67%) e Ibagué (5,44%) superaron el promedio nacional.
- En la costa, Cartagena reportó una variación negativa de -0,10% mensual, atribuida a la caída en precios de la electricidad y algunos alimentos.
- Santa Marta (1,92%) y Valledupar (3,33%) registraron las tasas anuales más bajas.
Productos destacados: café en alza y electricidad en baja
El café experimentó un aumento récord de 45,03% anual, mientras que la electricidad acumuló una caída de -4,45% anual, consolidando una tendencia a la baja desde finales de 2024.
Contexto económico y perspectivas
Entre enero y julio de 2025, la inflación acumulada fue de 4,02%, inferior al 4,32% del mismo periodo en 2024. Aunque el DANE enfatizó que el IPC mide fluctuaciones de precios y no el impacto de eventos específicos —como el reciente paro arrocero—, los analistas ven en estos datos señales de recuperación económica.
“Este comportamiento refleja una estabilización postpandemia, pero es clave monitorear sectores volátiles como los alimentos y la energía”, señaló el director del DANE, quien destacó que la meta de inflación del Banco de la República (3% ±1) podría estar más cerca.
La desaceleración inflacionaria consolida un escenario de optimismo cauteloso, aunque las presiones en salud y educación, junto a la volatilidad de productos básicos, mantienen la incertidumbre en el horizonte económico del país.