Un documento desclasificado de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) de Estados Unidos, que se hizo público en 2004, ha puesto bajo el foco una vez más el nombre del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez. Este informe, que data de 1991, lo incluye en una lista de 104 personas con supuestos nexos con el narcotráfico, ubicándolo en la posición número 82 como un “colaborador cercano” del Cartel de Medellín.
El listado no solo menciona a Uribe, sino que también incluye figuras notorias como el jefe del cartel, Pablo Escobar Gaviria (número 79), y su sicario de confianza, Jhon Jairo Velásquez, alias “Popeye” (número 1). Según el documento, Uribe era un “amigo íntimo” de Escobar y, en su rol como senador, habría trabajado para el narcotraficante, participando en su campaña al Congreso y oponiéndose al tratado de extradición con Estados Unidos. La carrera política de Uribe, que lo llevó a la presidencia de Colombia 13 años después de la creación del informe, hace que esta revelación sea un tema de constante debate y escrutinio.
La sombra de las acusaciones
La mención en el documento de la DIA es solo una de las múltiples acusaciones que han perseguido al exmandatario a lo largo de su trayectoria política. Uribe ha enfrentado denuncias por presuntos vínculos con grupos paramilitares, así como acusaciones de manipulación de testigos. El caso más reciente y de mayor repercusión mediática concluyó con una sentencia de 12 años de prisión por los delitos de soborno de testigos en actuación penal y fraude procesal. Esta condena, aunque en primera instancia, marcó un hito histórico al ser la primera contra un expresidente colombiano.
El proceso se originó en 2012, cuando el senador Iván Cepeda lo señaló de tener nexos con el grupo paramilitar Bloque Metro. En un giro inesperado, la Corte Suprema de Justicia desestimó la denuncia que Uribe interpuso contra Cepeda por supuesta manipulación de testigos e inició una investigación contra el propio expresidente. Las pruebas presentadas incluían más de 1.500 páginas de documentos y 27.000 horas de grabaciones telefónicas que, según la fiscalía, demostraban que Uribe había instigado a terceros para manipular a testigos a cambio de declaraciones falsas.
En un testimonio que se ha vuelto central en el caso, el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve declaró que Uribe es el creador del Bloque Metro, un grupo que, según él, se formó en la finca de la familia del exmandatario, conocida como Guacharacas. La propiedad, adquirida en 1978, fue el supuesto lugar donde Uribe y su hermano Santiago tuvieron un papel fundamental en la formación y el crecimiento del grupo paramilitar, que, aunque inicialmente se creó para la autodefensa, llegó a tener cerca de 1.500 miembros para el año 2000.
La revelación de la DIA, sumada a las recientes condenas y acusaciones, sigue alimentando el debate sobre los nexos del poder político con estructuras criminales en Colombia.