María Luisa Piraquive de Moreno, reconocida líder religiosa y fundadora de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional y del partido político MIRA, ha sido condenada a pagar una multa de más de $3.800 millones de pesos a la DIAN debido a inconsistencias en su declaración de renta del año fiscal 2012. La decisión fue ratificada por la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado, agotando el último recurso legal presentado por la pastora.
Un litigio de una década con fuertes implicaciones
El proceso judicial, que se inició en 2012, culmina tras una década de disputas legales. La DIAN detectó que Piraquive había declarado miles de millones menos en impuestos, a pesar de que gran parte de sus ingresos y patrimonio se generaban en Colombia. La defensa de la pastora argumentó que ella residía en Weston, Florida, Estados Unidos, desde 2006 y que, por lo tanto, sus obligaciones tributarias se cumplían en ese país.
Sin embargo, la DIAN y, posteriormente, el Consejo de Estado, determinaron que, aunque Piraquive vivía en el extranjero, su “centro principal de negocios” seguía siendo Colombia. Se encontró que la pastora obtuvo la mayor parte de sus rentas en el territorio nacional ($3.501 millones frente a $3.115 millones en Estados Unidos) en 2012. Este argumento fue clave para ratificar la sanción.
Más allá de la fe: Negocios y patrimonio en la mira
Uno de los puntos centrales del litigio fue la naturaleza de las actividades de María Luisa Piraquive. Si bien su defensa sostenía que su labor era puramente espiritual y pastoral, exenta de carácter mercantil, la justicia colombiana encontró lo contrario. La pastora figura como socia en sociedades comerciales como Librería y Papelería Futuro Ltda., Libertadora de Seguridad Servicios Integrales Ltda. y Libertad de Seguridad Ltda., donde percibió utilidades y participó en decisiones sociales. Además, en 2012 reportó ventas de libros y fue declarante del impuesto de industria y comercio. Estas actividades, según el Consejo de Estado, poseen una “naturaleza económica” que las obliga a ser incluidas en su declaración de renta.
El patrimonio de la pastora también estuvo bajo escrutinio. Para el año 2012, la DIAN calculó que su patrimonio total, sumando sus bienes en Colombia y en el extranjero, superaba los $12.000 millones de pesos, una cifra significativamente mayor a la reportada en sus obligaciones fiscales colombianas. La multa de más de $3.800 millones de pesos se impuso debido a la diferencia de $3.000 millones que se dejó de tributar ese año. Además, se detectó la inclusión de más de $3.100 millones en “pasivos inexistentes” asociados a la Iglesia que lidera, un hallazgo que generó alertas sobre las inconsistencias.
La Iglesia y el Partido MIRA en el contexto de la polémica
La Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional (IDMJI), fundada en Bogotá en 1972 por Piraquive y su esposo, ha crecido exponencialmente, contando con más de mil salas de oración en cincuenta países y moviendo considerables sumas de dinero provenientes de los donativos de sus feligreses. En 2014, se estimaba que solo en Bogotá la iglesia recibía US$100.000 mensuales, un flujo de recursos que, según las investigaciones, permitió a la familia Piraquive adquirir propiedades en zonas exclusivas de ciudades estadounidenses como Weston, Tampa y Orlando.
Aunque el fallo de la DIAN se centra en las obligaciones tributarias personales de la pastora, el caso pone en evidencia el “alcance de la legislación tributaria colombiana respecto a las personas que residen fuera del país pero generan ingresos en el territorio nacional”. Asimismo, marca un precedente en la discusión sobre el “tratamiento tributario a líderes religiosos y la fiscalización de los recursos provenientes de actividades asociadas a la fe”.
Cabe recordar que la fortuna de la pastora y los bienes de la IDMJI han sido objeto de investigaciones periodísticas previas, como la de Univisión en 2018, que expuso presuntas “irregularidades financieras y administrativas” alrededor de la familia Piraquive y la Iglesia, incluyendo posibles maniobras para ocultar el origen y destino de fondos y un crecimiento patrimonial no justificado. El reportaje también señaló posibles vínculos entre la iglesia y actividades de proselitismo político a través del partido MIRA, y cuestiona el uso compartido de recursos humanos y financieros entre ambas estructuras.
El partido MIRA, cofundado por María Luisa Piraquive, también ha estado envuelto en sus propias controversias. Si bien el fallo actual no lo vincula directamente, la relación entre la Iglesia Ministerial y el partido político ha generado debates sobre la financiación y el proselitismo. Se ha cuestionado, por ejemplo, la posible influencia de la estructura eclesial en la movilización de votos y recursos para el partido. En el pasado, han surgido polémicas relacionadas con presuntas encuestas irregulares sobre proyectos de ley, como la Reforma Laboral, que generarían dudas sobre la transparencia en la gestión política del movimiento. Estas situaciones, aunque no directamente relacionadas con la condena tributaria de la pastora, contribuyen a un panorama de escrutinio público sobre las finanzas y la ética de las entidades ligadas a María Luisa Piraquive.
La ratificación de esta millonaria multa cierra un capítulo legal significativo para María Luisa Piraquive, consolidando la postura de las autoridades tributarias colombianas sobre la fiscalización de ingresos y patrimonios, incluso para líderes religiosos con actividades internacionales y sus posibles ramificaciones políticas.